¿Conviene o no estudiar un posgrado?

En comparación con Canadá, donde más de 50% de la población cuenta con una carrera universitaria, posgrados o algún curso de corta duración, en México sólo cerca del 18% de la población de 25 a 64 años tiene este grado de estudios, lo que convierte a nuestro país en uno de los socios de la OCDE con menor cantidad de profesionistas preparados sólo después de Brasil, Turquía e Italia.

Estas cifras se vuelven aún más preocupantes al tomar en cuenta que de los 73 mil egresados de México que cuentan con doctorado, 27% trabajan en Estados Unidos.

El contar con pocos profesionistas con posgrado también se vuelve un problema para las empresas, pues aumentan los puestos sin ser cubiertos al no existir candidatos calificados para llenar las características que se requieren. El desempleo no sólo se debe a la falta de vacantes, sino también a la carencia de habilidades y conocimientos.

Por otro lado, para las personas que buscan comenzar su vida laboral o crecer en su profesión, la competencia se ve más reñida, pues ya no sólo se compite contra personas del mismo país, sino también con personas de carreras distintas; un administrador y un contador podrían encontrarse compitiendo por el mismo puesto.

Es por ello que aquellas personas que no cuenten con un valor agregado en experiencia o conocimiento, se verán menos favorecidos a la hora de postular para alguna vacante, volviéndose indispensable que el conocimiento no quede en un grado universitario, sino que se continúe aprendiendo y actualizando.

Es cierto que un posgrado no resulta barato, por ello es bueno estar informados de las diversas opciones de becas y financiamientos con las que se cuenta actualmente, incluirlo en los planes de desarrollo profesional con el que se cuenta y fijarlo para que no quede como un propósito más.

Fuente: Amedirh